La Hermandad en su primer año de vida no contó con música en su desfile. Es a partir de la propuesta de un hermano cuando se decide incluir una matraca como instrumento litúrgico en las fechas de Semana Santa. Posteriormente se fueron incrementando en número y fueron distribuidas a lo largo del desfile como llamada de atención y respeto a su paso por las calles de la ciudad. Hoy en día la Hermandad cuenta con seis matracas.
En el año 1968 se incorpora a modo de prueba una pareja de tambores de estilo granadero para marcar el ritmo de los cargadores, si bien al comienzo se utilizaban dos cajas sin bordón.
Podemos decir sin temor a equivocarnos que a principios de los años 60, la Hermandad comienza a incluir en su desfile música de capilla; en concreto contó con una pareja de fagotes, (instrumento apropiado al espíritu de la Hermandad) que interpretaban arreglos de marchas fúnebres.
Pero tras la retransmisión del desfile por TVE en el año 1967, aparece una figura que será clave para la Hermandad. Se trata del hermano Agustín Lorenzo, músico militar destinado en la ciudad de Salamanca que, tras ver la procesión retransmitida, se ofrece para con su instrumento, un bombardino, ir desgranando salmodias acordes al espíritu penitencial de la Hermandad y así cubrir el hueco que había al comienzo del desfile. En la actualidad desfila como un hermano más, ya que en 2009 le pasó el testigo a su alumno y amigo Eduardo Vidal, nuevo Bombardino.
Evolución musical
Será a comienzo de los años 80 cuando se incorpore con carácter permanente un cuarteto de viento-metal a la Hermandad por iniciativa de los hermanos. El primer cuarteto íntegramente zamorano estuvo compuesto por miembros de la Banda del Consorcio de Fomento Musical de Zamora y los instrumentos elegidos por este cuarteto fueron principalmente trombón, trompa, trompeta y fliscorno; el cuarteto fue colocado en el último tercio del desfile y así, con esta incorporación, se consiguió un equilibrio de principio a fin en el desfile. Este cuarteto dejó de desfilar en la Semana Santa del año 2000.
En el año 2001 se incorpora el actual cuarteto formado por un clarinete, un clarinete bajo, un saxofón tenor y un bombardino. La mayoría de las obras interpretadas son composiciones de los miembros del cuarteto.
Por último, en el año 1986 se incorpora un coro varonil compuesto de hermanos y foráneos que entonan un miserere popular a las puertas de San Claudio (miserere cantado por las gentes de Bercianos de la comarca de Aliste el Viernes Santo en el sermón del Descendimiento); ocupan todos los hermanos la pequeña plaza del barrio, el Cristo hace su entrada en la misma para, sin detenerse, entrar en la iglesia por el centro de la plaza a paso lento mientras se entona dicho miserere.